domingo, 8 de marzo de 2009

Noche de sapos (género Bufo)

En estas fechas, finales de febrero e inicios de marzo es cuando la mayor parte de los sapos y ranas se reunen para la reproducción. No es fácil que en nuestro cambiante clima confluyan las condiciones adecuadas, pero si coinciden las lluvias y una ligera subida de temperatura, la fiesta de los sapos está asegurada.

Esta semana ha llovido algo, tampoco demasiado, pero suficiente teniendo en cuenta que las charcas y arroyos ya tienen bastante agua. Pero la temperatura ha sido un poco baja y, para colmo, los vientos de los días pasados no han sido nada beneficiosos, porque he comprobado que las noches de viento los anfibios están menos activos.

Aún no han empezado a poner huevos, pero ya están llegando algunos ejemplares a los lugares de reunión y esta noche, en unas dehesas entre Colmenar Viejo y Cerceda, hemos podido ver y fotografiar algunos.
Los sapos corredoresBufo (Epidalea) calamita , acuden a charcas con aguas muy someras. Eso explica que, como es el caso del lugar que hemos ido a ver, una charca apenas 25 cm más profunda, que esté a dos o tres metros de distancia, no sea elegida por los sapos, mientras que en la otra ponen año tras año.

En la foto anterior puede verse una curiosa característica de los sapos en celo. La piel se les vuelve más suave y permeable. En cambio, en la foto de más abajo vemos un ejemplar joven de la misma especie, fuera de celo, visto muy cerca del anterior, que conserva su piel rugosa y relativamente seca.La otra especie del mismo género, el sapo común, Bufo bufo, hace sus puestas y reuniones en charcas y arroyos más profundas, en las que no dudan en bucear si se asustan, cosa que no gusta nada al sapo corredor.
Puede apreciarse a simple vista las diferencias entre las dos especies en cuanto a colorido y porte, pero lo que más ayudará al profano es ver los ojos amarillo verdosos del corredor mientras que el sapo común los tiene rojizos.
También en los sapos comunes podemos ver el aspecto más suave de la piel, a diferencia de este otro ejemplar, fotografiado cerca del lago de Sanabria el verano pasado.
En la zona sabemos que hay otros anfibios, que no hemos visto esta noche: rana de San Antón, Hyla arborea; sapo de espuelas, Pelobates cultripes y rana común, Pelohylax perezi.
Sí hemos visto gallipato, Pleurodeles waltl y Tritón pigmeo, Triturus pygmaeus, como esta hembra de la foto.
También estaba activa una salamanquesa, Tarentola mauritanica, en el interior de una caseta.

5 comentarios:

  1. Hola Jesús,

    Una duda con los sapos: Hay veces que se ven renacuajos que están en el agua varios meses creciendo hasta alcanzar un tamaño considerable y tras la metamorfosis son ya casi sapos hechos y derechos. Pero otras veces se transforman cuando miden un centímetro escaso y ya en tierra van creciendo hasta hacerse grandes. ¿De qué depende que pase lo uno o lo otro? ¿de la especie? ¿de las condiciones ambientales y el alimento?
    Gracias,
    Héctor.

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  2. Hola Héctor,

    Depende fundamentalmente de la especie. Los sapos del género Bufo se metamorfosean muy pequeños, especialmente los sapos corredores que como ponen los huevos en charcas temporales se dan mucha prisa en desarrrollarse antes de que la charca se seque. De todas maneras, el sapo común no tiene este peligro, como se puede ver en los lagos de montaña, pero también se desarrollan rápdo y se metamorfosean en sapitos pequeños, generalmente de color negruzco, como los renacuajos.

    En el lado contrario están los Pelobates, las ranas comunes y también los sapos parteros. Tardan más en desarrollarse y se metamorfosean bastante grandes y con colores parecidos a los de los padres.

    Si a estas especies, especialmente al sapo de espuelas por su biotopo, les sorprende una sequía repentina, los renacuajos mueren desecados.

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  3. Hola Jesús,

    Recientemente me he encontrado dos sapos, uno corredero y otro común,
    y quisiera saber si podría mantenerlos en un terrario y cuál es su alimentación en caso de que los pudiera criar...

    Gracias

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  4. Lo siento, Anónimo, pero las especies autóctonas de anfibios están protegidas y no se pueden mantener en cautividad.

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  5. Ha vale, muchas gracias Jesús.

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