domingo, 17 de mayo de 2015

La colza del jardín y todo un mundo en su entorno.

-->
EL JARDÍN DE LOS DESTINOS CRUZADOS (3)

Ya en otras ocasiones he comentado los buenos momentos que me han reportado las "malas hierbas" que crecen en mi jardín y que, en determinados lugares, las dejo crecer libremente. Es cierto que posiblemente podría ver los mismos acontecimientos en el campo, pero resulta mucho más difícil coincidir con ellos en el momento preciso.
Esta vez se trata de observaciones en torno a una planta de colza, Brassica napi, que el año pasado apareció en el jardín y que este año ha vuelto a crecer.
Flor de colza, Brassica napi.
Me gusta esta planta, es bonita y sus flores atraen a las mariposas. El año pasado creció muchísimo y dio flores durante bastante tiempo, pero este año su desarrollo se paró debido al ataque de unas hermosas orugas de una de las plagas típicas de estas plantas, la mariposa de la col, Pieris brassicae
Larva de Pieris brassicae sobre la planta de colza de mi jardín.
Los nombres comunes y científicos de algunas mariposas de la col dejan pocas dudas respecto a sobre qué plantas de desarrollan sus larvas. Por ejemplo, la de las larvas de mi planta: Pieris brassicae.
Mariposa adulta Pieris brassicae.
O la llamada blanca verdinervada, Pieris napi.
Mariposa adulta, Pieris napi.
Un buen día todas las larvas desaparecieron de la planta, no sé si será porque se fueron a pupar a otro lugar, aunque no las encontré por mucho que las he buscado, o porque algún pájaro de los que pululan por el jardín las ha descubierto y se ha dado un banquete. Parece que estas larvas tienen pelos urticantes y mal olor y sabor, pero hay depredadores capaces de todo.
La verdad es que ya se habían comido casi todas las hojas excepto algunas más viejas de la roseta basal. También se comieron la mayoría de las flores y solo algunos capullos quedaron, cuando una nueva plaga vino a sumarse a la anterior: los pulgones, concretamente una especie muy específica de estas crucíferas, colza, coles, repollos, nabos y similares: Brevicorine brassicae. Nuevamente su nombre científico nos da pistas sobre sus plantas nutricias. 
Los pulgones cubrieron por completo en pocos días los restos de la planta y con sus picos bien hundidos en el tallo, sorbían la sabia que aún producía.

Pulgones, Brevicoryne brassicaesobre los tallos de colza.
Estos pulgones se caracterizan porque en la fase áptera (sin alas) son verdosos y con esa especie de polvillo blanco que se ve en las fotos. Las hembras ápteras pasan el invierno protegidas en los resquicios de las plantas y en primavera comienzan a "parir" hijas sin necesidad de macho que las fecunde (partenogénesis) y sin poner huevos. Entre estas crías aparecen también ejemplares alados que vuelan en busca de nuevas plantas donde desarrollaran sus nuevas hijas. Y se ponen a ello con gran éxito, ocasionando daños a los cultivos de los huertos. En otoño otros individuos alados vuelven a volar en busca de otras plantas donde volver a criar y pasar el invierno.
Puede que a los seguidores de este blog ya les suene el aspecto de los pulgones hinchados y amarillentos de la siguiente fotografía. es lo que los especialistas llaman "momias", pues ya los vimos en una entrada cuyo enlace pongo al final del artìculo.
 Momias de pulgón, Brevicoryne brassicae, junto algunos ejemplares alados. los restos blanquecinos a su alrededor son las pieles de la muda, llamadas exuvias.
Bien, pues esas momias son pulgones que han sido parasitados por una minúscula avispilla que también pude ver entre ellos. Posiblemente una especie muy concreta que los ataca: Diaeretiella rapae.   

Avispilla Diaeretiella rapae sobre el tallo de colza.
No tuve que esperar mucho para ver a la avispa parásita en plena acción de poner su huevo por debajo de un pulgón estirando su abdomen hacia delante.
Avispilla Diaeretiella rapae en el momento de poner el huevo bajo el pulgón.
Aquí se puede ver en un corto vídeo:


Pero a base de fijarme en ellas también descubrí otras avispas con el abdomen más redondeado. A diferencia de las anteriores, estas avispas no pululaban entre los pulgones vivos, sino sobre las momias.
Avispilla hiperparásita, posiblemente del género Pachyneuron sobre una momia de pulgón, dispuesta a poner su huevo. 
En efecto, lo que estaban haciendo era poner su huevo en ellas, pues esta especie no parasita al pulgón, sino a la larva de Diaeretiella que se está desarrollando en su interior. Es el fenómeno conocido como hiperparasitismo. Quizás esta nueva avispa pertenezca al género Pachyneuron, pero es muy difícil de determinar, sobre todo a partir de una foto de tan mediana calidad. Para que el desarrollo de la hiperparásita sea posible es importante que la larva que se está desarrollando dentro de la momia siga viva y que no tenga ya otra larva alimentándose de ella, posiblemente por eso es por lo que la avispa madre se toma su tiempo y va revisando las momias a su alcance ante de decidirse a poner el huevo en una de ellas.
Avispilla hiperparásita, posiblemente del género Pachyneuron sobre una momia de pulgón, dispuesta a poner su huevo. 
Pero en la planta de colza aún hay otros habitantes, uno de ellos es una joven araña Napoleón, Synema globossum, que está ejerciendo de superdepredador en este miniecosistema. Para interpretar y recordar el por qué de ese nombre común no hay más que echarle algo de imaginación al mirar la mancha de su abdomen, aunque si el nombre no fuese tan antiguo estoy seguro que la habrían llamado araña Darth Vader. Estas arañas son típicas de las flores y tienen un veneno que paraliza con gran rapidez a las abejas, avispas, moscas e incluso mariposas que acuden a libar en ellas. Sin duda el lado oscuro de la fuerza les acompaña, pero éste ejemplar es tan pequeño que, por el momento, parece que se conforma con llevarse a la boca los numerosos pulgones que hay a su alcance.
Joven araña Napoleón. Synema globossum.
También en la planta aparecieron unos gusanos verdosos que se encontraban justo en el límite superior de las colonias de pulgones. Tienen todo el aspecto de larvas de moscas (dípteros)...

Larva de díptero sírfido en el borde de la colonia de pulgones Brevicoryne brassicae.

Estos gusanos son larvas de sírfidos, esas moscas que suelen visitar las flores para libar el néctar y que tienen un diseño amarillo y negro imitando a las avispas. Enseguida comprendí por qué estaban en el borde de la colonia, porque por donde ellas pasaban no quedaba un pulgón vivo. Si la historia de las avispas parásitas e hiperparásitas parece de ciencia ficción tipo Alien y la araña nos recuerda a la Guerra de las Galaxias, estos gusanos son como una película de terror a la antigua usanza, de aquellas en blanco y negro, con bichos que se van comiendo todo lo que encuentran a su paso y nunca dejan de tener hambre. Os aseguro que al patalear de los pulgones mientras se los están comiendo vivos solo les faltaban los gritos de pánico... o quizás griten y yo no los pueda oír.
Larva de sírfido en el momento de depredar sobre un pulgón, Brevicoryne brassicae. Estaría por asegurar que lo que tiene abajo el pulgón es un huevo de avispa parásita.
De toda esta entrada se deduce que me gusta la fantasía y la ciencia ficción, pero también que hay numerosos animales que contribuyen al equilibrio biológico y que antes de proceder a rociar con insecticidas los huertos y los jardines deberíamos estudiar otras opciones e incluso dejar a la naturaleza actuar. Y, por supuesto, un rincón salvaje en un jardín o en una terraza es una excelente oportunidad de descubrir cosas interesantes, no te las pierdas.

Otras entradas de la serie "El jardín de los destinos cruzados" con otros protagonistas en:

http://notasdecampoyjardin.blogspot.com.es/2013/09/una-mala-hierba-sus-pulgones-y-su-vida.html

http://notasdecampoyjardin.blogspot.com.es/2013/08/el-jardin-de-los-destinos-cruzados.html

Y todo esto, no os quepa duda, no lo habría podido interpretar sin la ayuda de los amigos especialistas de BIODIVERSIDAD VIRTUAL. Muchas gracias.