lunes, 18 de noviembre de 2013

Estorninos, nieve, otros pájaros y olivas en el jardín.

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Estornino negro, Sturnus unicolor
La nieve llegó por primera vez hasta casa este pasado sábado y las aves no han dudado en acudir en tropel al comedero del jardín y al olivo que este año está bastante repleto de aceitunas. Había momentos en que tenía ante mis ojos cinco o seis especies según me asomaba a la ventana de la cocina.

Entre ellos me fije especialmente en los estorninos, en sus picos amarillos o negros y porque metidos entre las ramas del árbol veía algún ejemplar con tonos muy claros que me hicieron pensar que se podía tratar de algún ejemplar de estornino pinto.

Pero no, después de muchas carreras y subidas de escalera de una habitación a otra para intentar tenerlos a tiro de cámara, puede asegurarme de que o bien era un ejemplar particularmente manchado, dentro de los límites de variación de la especie negra o un ejemplar de un grisáceo bastante claro. Lo que puede evidenciarse en las fotos es lo bonitos que son estos pájaros cuando se ven de cerca, aunque a cierta distancia parezcan negros y todos iguales.
Entre foto y foto, por supuesto, observaba el comportamiento a la hora de comer de estos animales, que es de lo que se trataba. Y así he podido ver que el ejemplar de la primera foto, que tenía una pata mala que no podía estirar, comía del suelo y del comedero, porque evidentemente no podía hacer como otros ejemplares que arrancaban las olivas mientras estaban posados en las ramas más altas. Estos pájaros son muy asustadizos y prefieren comer en lo alto de las ramas, aunque lo tengan más fácil en el suelo.
También vi que la mayoría de las aves picoteaban las olivas dejando el hueso, pero alguno que otro no se lo piensa mucho y se tragaba la aceituna entera.

Estornino tragando una oliva.
Eso impresiona verlo, pero más aún cuando el que se lo traga es un pajarito de tamaño mucho menor: una curruca capirotada. ¿Pero qué garganta tiene este ave? Lamentablemente no le hice la foto en plena acción, por contento me doy con haberla pillado así, asomada entre las ramas.
Curiosamente andaba entre las ramas del olivo una pareja, macho y hembra, de currucas, igual que hace cinco años conté en la primera entrada de ese blog: "Días de pájaros hambrientos".

Curruca capirotada, Sylvia atricapilla, hembra.

Los gorriones también picotean las olivas, pero sin mucha convicción, ellos prefieren el pan y las semillas directamente del comedero, aunque sea entre la nieve. Y un petirrojo andaba de aquí para allá picoteando en todas partes.

Gorrión común, Passer domesticus, pareja.
Los mirlos alternan la búsqueda de lombrices bajo la hojarasca con algún que otro aperitivo frutal. Es curioso que estos días, incluso varios machos, en general bastante intolerantes entre sí, se dedican a comer sin prestarse mucha atención y también mezclados entre los estorninos.

Mirlo común, Turdus merula, macho.

Más temerosos son los rabilargos, que por primera vez he visto detenerse a comer en casa, muy desconfiados porque seguramente estaban fuera de su recorrido habitual conocido, que se encuentra a un kilómetro de casa, más o menos. Y, por supuesto, las urracas que venían con ellos, ante cuya presencia todas las demás aves huyen, aunque por suerte para todos solo llegan, cogen la aceituna y se van volando. Seguro que más de una la esconden en sus despensas para el invierno.
También pasó por allí el típico bando mixto de páridos, con herrerillos, carboneros comunes y garrapinos, pero apenas si se posaron un momento en las ramas altas de los tarays y siguieron su camino ante la multitud que se disputaba el alimento más abajo.

Rabilargo, Cyanopica cookii.
Y hace unos días también pude fotografiar un zorzal común, otra ave que había visto de paso muchas veces pero nunca la había podido ver con claridad ni hacerle una foto. No estoy acostumbrado a los zorzales y hasta que no he tenido la foto no he podido asegurar la especie. Estaba, como no, comiendo aceitunas y luego acudió al estanque a beber agua, momento que pude aprovechar a gusto.
Zorzal común, Turdus philomelos.

No solo el olivo ha sufrido los "ataques" de las aves, los hermosos madroños han sido picados sin piedad cumpliendo una de las principales funciones por la que lo puse en el jardín, aparte de para hacer licor y adornar, pues es uno de los arbustos más bonitos, que ahora están en plenitud con los frutos en distintos grados de maduración y las flores. Para colmo, ahora medio cubiertos por la nieve.
Por cierto, todas las fotos anteriores están hechas a través de dobles ventanas, por lo que puede verse algún que otro reflejo, veladura o falta de enfoque, que no he podido evitar.

Madroño. Arbutus unedo.


martes, 12 de noviembre de 2013

El Ventorrillo. Un nuevo proyecto laboral y un nuevo blog

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Como dice mi perfil y alguna vez he comentado en este blog, trabajo en el departamento de exposiciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Ahora, desde hace poco, he comenzado un nuevo proyecto en la Estación Biológica El Ventorrillo, en la Sierra de Guadarrama. 
Quiero desarrollar actividades de divulgación científica, realizar cursos, planificar rutas y dar a conocer especies y procesos de la Sierra al público en general y a los escolares de la zona en particular.
Puerta de acceso de la Estación Biológica
Algo de esa información me será facilitada por los científicos que allí trabajan o han trabajado, para de esa manera dar a conocer el fruto de sus investigaciones, pero otra será el resultado de mis propias observaciones tipo cuaderno de campo a los que ya os habréis acostumbrado. Me gustaría facilitar a los excursionistas de la Sierra información sobre lo que pueden observar en cada momento, ya sabéis, no solo sobre los grandes animales, buitres, águilas y cabras monteses, sino también esos pequeños seres que pasan desapercibidos y que guardan secretos a veces mucho más interesantes.
Punto más bajo de la Estación al lado de la carretera.

Muchos de los contenidos de "Notas de campo y jardín" ya trataban sobre la Sierra de Guadarrama. Ahora, a punto de cumplir los cinco años de blog y las 200 entradas, procuraré diferenciar un poco los contenidos de uno y otro sin morir en el intento.  Bien es verdad que como el nuevo blog va a ser una parte más de mi trabajo voy a poder dedicarle más tiempo a ello.
Vista sur de la finca desde la carretera. 
Seguro que mis seguidores madrileños conocen bien la situación de El Ventorrillo en la subida al puerto de Navacerrada. Como en la primera entrada del nuevo blog ya explico lo que es la Estación Biológica y mis intenciones, simplemente os remito a él y espero que sigáis acompañándome con tanta amabilidad como me habéis seguido aquí. Advierto, sin embargo, sin miedo a repetirme, que la estación es de acceso restringido solo para los investigadores, donde trabajan y se alojan. Sólo excepcionalmente se realizarán actividades públicas en su interior, lo más normal es que se hagan en su entorno y en otras zonas de la Sierra.
El enlace está en la columna derecha, pero lo pongo también AQUÍ.