domingo, 21 de noviembre de 2010

Setas de cardo, el ciclo que se cierra.

En el mes de septiembre, en esta entrada, que trataba sobre el cardo corredor, Eryngium campestre y las chinches que crían sobre ellos, mencioné que a costa de las raíces del cardo se desarrollaban las setas Pleurotus eryngii.
Pues bien, este fin de semana he podido asistir a la colecta de esta sabrosa seta y no puedo evitar cerrar el ciclo mostrando este fruto del otoño.Este ejemplar fue el más hermoso de la escasa cesta que se recogió.Nunca es suficiente la insistencia en decir que las setas se cortan con una navaja, nunca deben arrancarse, pues al tirar de ellas se daña al micelio que está bajo tierra y es el que posibilita que sigan creciendo más setas y que cumplan su función biológica.
Cuando las setas de cardo comienzan a desarrollarse son de forma redondeada y con el tronco situado en la parte central, pero si se las deja crecer, lo harán irregularmente y tomarán una forma excéntrica e irregular.Seta que no has de comer, déjala crecer. Es importante dejar las setas que parezcan pasadas, estropeadas o atacadas por insectos, es decir las que es seguro que no nos vamos a comer, pues ellas sí pueden terminar de soltar las esporas que aseguren la próxima generación. Y, desde luego, no tocar las setas que no son comestibles o que no sabemos diferenciar.Tampoco sería deseable que se colectaran todas las setas de un mismo lugar, pero es complicado que esto se cumpla en lugares donde son muchas personas aficionadas a la micología.