sábado, 28 de febrero de 2009

Los líquenes. los troncos y los puntos cardinales

Montones de veces habremos leído eso de que en el campo sin brújula podemos saber donde está el Norte mirando los troncos de los árboles. En la zona Norte (en nuestro hemisferio, claro), al estar menos soleada, conserva más humedad y los líquenes y musgos crecen mejor. Esta afirmación está sometida a variaciones relacionadas con otras fuentes humedad y sombra, como puede ser un río, una pared de rocas o la simple orientación del valle o ladera donde nos encontremos.
La semana pasada, haciendo trabajos de jardín me fijé en los líquenes que hay en el tronco de uno de los olmos de mi jardín y me di cuenta de que cumplen la norma a la perfección.
En la foto de arriba se ve el lado norte del tronco con abundantes líquenes.
Aquí, el lado Sur con ninguno.
En el lado Este se ve alguna mancha, que llega desde el lado Norte.
El lado Oeste es más sombreado que el contrario porque tiene un muro cercano y la casa de los vecinos y también es más húmedo porque a un par de metros está el estanque. Esto es lo que se ve, manchas pequeñas y dispersas.
Este es el aspecto que tienen los líquenes vistos a la lupa (la altura del fotograma equivale a un centímetro). Creo que es del género Chaenotheca, pero si me he equivocado y alguien me pone en la pista correcta, se lo agradeceré.

jueves, 26 de febrero de 2009

Reptiles, capullos y algún que otro pájaro.

No, que no estoy llamando capullos a los pobres reptiles que se empiezan a activar con estos calorcitos. Con estas temperaturas a media tarde, en torno a los 18ºC, ya se empiezan a ver tomando el sol entre los muros de roca las lagartijas ibéricas, Podarcis hispanica, como este macho de la foto y una hembra que huyó antes de que sacase la cámara.
Y bajo las piedras, que también se caldean, he encontrado esta culebrilla ciega, Blanus cinereus. Aunque su aspecto sea de lombriz, una mirada más detallada delata que es un reptil escamoso, emparentado tanto con las serpientes como con los lagartos. Tienen el cuerpo muy modificado para su vida subterránea, pero al tacto son secos y suaves, como las serpientes. Los ojos apenas se aprecian bajo la piel de las escamas.
Un curioso comportamiento de estos animales es que si se toquetean y tienen cerca algunos palitos, se enroscan con una inusitada fuerza. Es una respuesta defensiva, pensad que si un cernícalo, por ejemplo, intenta cazarlo, le resultará más difícil desprenderlo de su asidero y quizás logre escapar.
Respecto a los capullos, siguen engrosando los del almendro del jardín, aunque aún no se han abierto, mientras que en Madrid ya están plenamente floridos. No solo ellos, sino también los prunus.
Otras plantas que han florecido en los jardines de Madrid son los lirios, mientras que en casa las hojas apenas sobresalen unos centímetros del suelo. Claro que en Madrid son perennes y no desaparecen las hojas durante el invierno. En cambio aquí, se comportan como plantas vivaces.
En cuanto a las aves, los mirlos machos ya se ven por los altos, ramas de árboles y aleros de tejado defendiendo su territorio. Ayer vi un descarado estornino negro cantando en una rama, en los jardines del Museo, haciendo una más que aceptable imitación de un verdecillo. Estas aves son buenas imitadoras de ruidos y, si se tienen domésticos, hasta llegan a decir alguna palabra. En Alpedrete he visto una abubilla por primera vez en el año, aunque ya comenté en la lista de aves que un año vi un ejemplar durante todo el invierno.
Por cierto, el carbonero que venía a casa a comer coco y el palito de semillas que tengo colgado en el olivo hace ya una semana que no aparece. Me temo que era un invernante que se ha ido hacia el norte. O quizás, que ya hay otra comida disponible y no necesita aceptar mi invitación. Mientras no tenga manera de distinguirlos individualmente me quedaré con la duda. Hace dos años, por estas fechas, llegó un carbonero con una anilla azul, pero no lo he vuelto a ver.

martes, 24 de febrero de 2009

Colaboración en FUTURO VERDE

Como ya anunciaba en los comentarios de la entrada anterior, he hecho un apaño para que se pueda escuchar la entrevista que me hizo Miguel del Pino el domingo pasado. Perdonad la mala calidad, pero lo grabé con un MP4 y la edición es bastante defectuosa. Además, al lado de la magnífica voz de Miguel, la mía no da mucho de sí, ¡que le voy a hacer!

Para que no se haga demasiado aburrido, dura unos seis minutos, he optado por solaparlo con una presentación de imágenes más o menos relacionadas con el objeto de la entrevista.

Han sido muchas las ocasiones en que mi voz se ha asomado a este magnífico programa que por desgracia hoy tiene la supervivencia seriamente amenazada después de 10 años de emisión y más de 26.000 fieles oyentes en Madrid.

Comencé a colaborar hace unos 8 años hablando de las exposiciones del Museo cuando era vicedirector y me encargaba de ellas. Después han sido muchas las ocasiones en que Miguel me ha llamado para hablar de naturaleza en general, anfibios y reptiles, peces de acuario y temas ambientales de actualidad. Por supuesto, siempre ha sido un placer y espero que se repita muchas más veces, en este o en nuevos programas.

Edito para añadir que el 28 de febrero del 2009 se emitió el último programa de
FUTURO VERDE en Telemadrid Radio. Quedamos a la espera de un nuevo proyecto de Miguel del Pino.

domingo, 22 de febrero de 2009

Unos minutos de gloria para este humilde blog. FUTURO VERDE


Esta tarde, en Telemadrid Radio, en el programa de Miguel del Pino, hablaré unos minutos sobre cuadernos de campo y este blog.

Unos minutos de gloria y satisfacción que lamentablemente se han ensombrecido al saber que el FUTURO VERDE está en serio peligro de extinción.

Podéis pinchar AQUÍ para escuchar el programa entre las 4 y las 5 de la tarde.

Es difícil de explicar la satisfacción que he sentido al colaborar con Miguel en este programa pues él ha sido uno de mis indiscutibles maestros en este arte y ciencia de la divulgación de temas naturalistas. Ningún otro ha sabido aunar el amor por los animales de compañía junto a la Naturaleza silvestre. Espero que el programa pueda seguir y si algo puedo hacer para que se logre, aquí estoy para lo que sea menester.

viernes, 20 de febrero de 2009

Los 5 grandes de África: El elefante

Volvemos al Parque Kruger de Sudáfrica para seguir con los cinco grandes.


ELEFANTE AFRICANO


Orden Proboscidea
Familia Elephantidae
Especie Loxodonta africana(Blumenbach, 1797)

Variación. Dos subespecies, el elefante de sabana, Loxodonta africana africana, y el de selva, Loxodonta africana cyclotis. Son claramente diferenciables por el tamaño y otras características, aunque hibridan en las áreas donde coinciden sus áreas de distribución. También se ha descrito una especie de elefante enano Loxodonta pumilio, pero se duda de su existencia y posiblemente se trate de ejemplares de la variedad de selva particularmente pequeños.

Nombres comunes:
Portugués, Elefante africano
Inglés, African elephant
Francés, L’Eléphant d’Afrique
Alemán, Afrikanischer Grosselephant
Swahili, Tembo
Afrikáans, Olifant

Medidas máximas (machos-hembras):
Altura a la cruz = 400 - 350cm
Longitud total = 790 - 660cm
Longitud de la cola = 150 -130cm
Peso = 6.000 - 3.500Kg





La anatomía de un coloso.


Las patas son como columnas. Muy verticales y sin apenas angulaciones para poder soportar su gran peso. Además están justo debajo del cuerpo. Los elefantes no pueden saltar ni galopar, siempre deben tener alguna pata en el suelo. Pero tienen un gran sentido del equilibrio, por eso se usan en los circos. Y son capaces de hacer verdaderas escaladas en las zonas de montaña o para salir de los pozos de barro donde animales más gráciles quedan enfangados.

La piel gruesa les valió el nombre de Paquidermos. Aunque es una denominación hoy en día fuera de uso que se aplica a animales no emparentados entre sí. Les supone una defensa ante la pérdida de pelo, pero tiene zonas muy finas, como detrás de las orejas y alrededor de la boca. En el lomo, la parte más gruesa, llega a los 2,5cm de grosor.


Las orejas son como “radiadores”. Disipan el exceso de calor corporal. Cuanto más cálido es el lugar donde viven mayores son sus orejas, por eso la subespecie de selva las tiene de menor tamaño. También son elementos de comunicación con las que expresan sus estados de ánimo. Valen para dispersar el olor producido por las glándulas temporales (entre el ojo y la oreja) cuando están en celo. Y, por supuesto, les permiten tener un oído finísimo.

Los elefantes viejos mueren de hambre. Pero no por falta de alimento, sino porque no lo pueden masticar. Sus muelas se van desgastando y siendo sustituidas por las siguientes, cuando llegan a la sexta ya no les quedan más, se debilitan progresivamente y terminan por morir. Las defensas no son colmillos. Son incisivos, los dientes delanteros superiores muy transformados. En la mandíbula no tienen dientes, solo molares.

Las hembras tienen las mamas en el pecho, entre las patas delanteras y así ayudan a las crías a mamar al estar al alcance de su trompa. Los machos tienen los testículos ocultos en el interior del cuerpo, un rasgo propio de mamíferos primitivos.

En la trompa tienen células receptoras de olor, sabor y también de sonido. La trompa o probóscide es su mayor logro evolutivo. Con sus dos labios finales puede agarrar un hoja o una pequeña baya pero también derribar un árbol y usarla de maza contra sus enemigos. Puede cargar en su interior con nueve litros de agua o de polvo que luego sacude sobre su lomo, sin que entorpezca su función respiratoria. También es caja de resonancia para emitir sonidos.
Entendiendo a los elefantes.

El mito de la bestia agresiva. Se debe a la fase que los elefantes machos atraviesan cada cierto tiempo, llamada por los hindúes "musth". Durante esa fase segregan un líquido viscoso por la glándula temporal y orinan con frecuencia. No es un periodo exclusivamente de celo, está relacionada con la dominancia y otra comunicación química que aún no hemos comprendido del todo. En la naturaleza solo los machos dominantes lo muestran y no ocasiona ningún problema de agresividad, pero los animales cautivos se descontrolan y son muy peligrosos. Por eso casi ningún zoo tiene machos en su colección de elefantes. Los elefantes macho son los que más accidentes mortales produjeron en zoológicos y circos del pasado.

Una sociedad matriarcal. Las manadas están dirigidas por la hembra más vieja, que es la que mayor experiencia y conocimiento del territorio acumula. Los machos viven separados y solo ocasionalmente se añaden a los grupos de hembras. Los jóvenes machos deben abandonar la manada.

Comunicarse a 15Km por infrasonidos. Los sonidos graves, de baja frecuencia, con longitudes de onda larga, llegan mucho más lejos que los sonidos que nosotros escuchamos y los elefantes pueden utilizarlos para comunicarse a largas distancias.

Comunicarse a más de 30Km de distancia por vibraciones sísmicas. Eso es lo que producen las patadas en el suelo que pueden dar los elefantes. Son recibidas e interpretadas por otros elefantes incluso hasta 50Km de distancia en condiciones ideales. El elefante que recibe el mensaje es capaz de reconocer cual lo ha emitido, como se identifica una voz conocida. Existe una continuación entre los huesos de las patas delanteras y los del oído medio para recibir las vibraciones. Por el mismo sistema los elefantes detectan tormentas que están ocurriendo a 200Km de distancia y acuden hacia donde saben que va a haber agua y que pronto crecerá la hierba.

Un embarazo de 22 meses. Es lo que espera a la hembra tras la fecundación. El celo aparece en cualquier época del año y las parturientas son acompañadas y ayudadas por las compañeras de más edad.


Los elefantes lloran a sus muertos. Les cuesta abandonar los cadáveres de sus compañeros fallecidos y cada vez que en sus desplazamientos pasan por el lugar donde uno murió, se acercan hasta sus huesos, los acarician y acarrean por unos minutos, prestando especial atención al cráneo.

Equilibrio ecológico roto. Es lo que ha ocurrido al crearse las barreras humanas en el recorrido de cientos de kilómetros que deberían hacer cada año las manadas. Ciudades, fronteras, vías de comunicación y zonas donde su caza es incontrolada hace que queden confinados en espacios demasiado pequeños, donde terminan con toda la vegetación disponible arrancando y descortezando hasta los más altos árboles de la sabana. En un entorno equilibrado el derribo de árboles es beneficioso para otros animales que aprovechan los recursos que quedan a su disposición y abren claros donde crecen nuevos retoños. En exceso es el camino a la desertización.

No soportan a los bufagos, los típicos pájaros que se posan en los rumiantes africanos, pues a veces dañan la piel de sus comensales. Pero no se alteran por la presencia de garcillas. Sí aceptan a los piapiac, que son córvidos que les libran de los parásitos donde ellos no se pueden rascar ni alcanzar con la trompa.


¿Usan herramientas? Se ha visto elefantes utilizar un palo para alcanzar a rascarse donde no llegan con la trompa y también ramas con hojas que agitan mojadas o impregnadas de polvo y arena.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Miscelánea de datos

Hago una entrada con una serie de datos sueltos de animales que me parecen interesantes. Apunto las fechas antes de que se me olviden.
El 15 de enero Feli me contó que había visto una cigüeña negra, Ciconia nigra, mezclada con cigüeñas blancas de las que a diario sobrevuelan la zona de vertedero que hay al comienzo de la autovía de Colmenar Viejo yendo desde Cerceda. Eran las 8:30 de la mañana aproximadamente.
Una semana después, el 21 de enero, un tejón, Meles meles, amaneció muerto en la cuneta, cerca de la gasolinera de la carretera de Cerceda a Colmenar.
El 4 de febrero vi en Alpedrete, Urbanización Mataespesa, una pareja de reyezuelo listado Regulus ignicapillus. Un regalo para la vista.
Y hoy mismo, lo que justifica la foto de cabecera, entrando a Cerceda desde Colmenar, se me ha cruzado en la carretera una solitaria grulla, Grus grus.
Como curiosidad dejo el enlace al mapa de llegada de las grullas a la Península, de la web Aves y Clima.
Recomiendo mirar también el mapa de floración del almendro.
La foto de arriba la tomé en Doñana a primeros de diciembre del 2007

domingo, 15 de febrero de 2009

Culto al sol

Después de un fin de semana como este no es sorprendente que en la antigüedad se rindiese culto al sol. Los paseos han sido más obligatorios que ir a misa.
En el estanque, y también en las charcas naturales, las algas que reciben la luz del sol empiezan su actividad fotositética y producen oxígeno a raudales, tanto que las burbujas quedan atrapadas entre las fibras y hacen que las algas suban a la superficie. Así reciben más luz y se produce aún más oxígeno.
Muchas plantas ya están engordando sus brotes por la actividad interna. Las yemas de los almendros, a nuestra altitud, muestran este aspecto a punto de abrirse.Los ombligos de Venus ¿no es un nombre precioso? ya han abierto sus hojas que desaparecieron a final del verano con el exceso de calor.
En los abedules están brotando los amentos que este año son numerosos, supongo que por la humedad que les está beneficiando, ya que aquí no están en su lugar más apropiado.
Los durillos, con sus hojas perennes, están mucho más prestos a la actividad y ya presentan los capullitos rosados, aunque tarden en abrirse.
Sin embargo, otros árboles aún están en reposo. El serval de los cazadores tiene sus yemas a buen recaudo bajo esa capa de pelillos que le protegen de las heladas.Y las hayas donde están refugiadas de los vientos conservan las hojas y muestran las yemas muy cerradas aún.
Entre las hiedras, haciendo un poco de limpieza de las ramas más desmadradas, redescubro el nidal de tronco hueco, que se ha rajado este invierno y deja ver que la primavera pasada fue ocupado, aunque yo no vi ningún pájaro entrar o salir.Además de otras labores de mantenimiento del jardín, hoy he instalado la caja para hacer compost. ¡Pepe, gracias por el regalo!

Aparte de estos acontecimientos botánicos, los gorriones ya están hurgando entre las tejas y montan sus algarabías en las ramas de los árboles. Un carbonero común está marcando territorio con su canto y las tórtolas canturrean sin parar.

viernes, 13 de febrero de 2009

Los 5 grandes de África: El búfalo

En el 2006 hice una exposición para el Ayuntamiento de Badajoz que, coincidiendo con una feria hispano-portuguesa de caza, inauguró el nuevo recinto ferial. Se llamó "Los cinco grandes de África" y constaba de una serie de paneles con textos y dibujos míos, una colección de trofeos de caza y alguna piezas fósiles del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Los trofeos de caza no me agradan especialmente, pero creo que utilizarlos en una exposición con fines didácticos es el más noble de sus posibles finalidades.
Lamentándolo mucho no puedo decir que el resultado final me gustase. Muchas buenas piezas fallaron dos días antes de la inauguración, a pesar de los esfuerzos de José Luis Benedito, taxidermista comisario de la exposición, el espacio disponible quedó demasiado grande y desangelado, además de cuestiones de diseño que prefiero no comentar.
Un año después viajé a Sudáfrica vi a los "cinco grandes" en vivo, así que puedo añadir mis propias fotos y vídeos caseros.
En cinco nuevas entradas iré mostrando lo que en la exposición conté y lo que en el Parque Kruger vi.

BÚFALO. El gran bóvido africano


Orden Artiodactyla
Familia Bovidae
Especie Syncerus caffer (Sparrman, 1779)
Variación. Dos subespecies, el búfalo negro, cafre o de El Cabo, Syncerus caffer caffer, y el de bosque, Syncerus caffer nanus. Este último es de menor talla, color más claro y cuernos menos potentes, sin los característicos cascos frontales. Hay poblaciones con caracteres intermedios.

Nombres comunes:
Portugués, Búfalo africano
Inglés, African Buffalo
Francés, Le Buffle d’Afrique
Alemán, Kafernbüffel
Swahili, Mbogo, Nyati
Afrikáans, Buffel

Medidas máximas (machos de El Cabo, las hembras son mucho menores):
Altura a la cruz = 165cm
Longitud total 440cm
Longitud de la cola = 80cm
Peso = 800Kg

Dos subespecies muy distintas. El búfalo negro o cafre es mucho más grande que el selvático, tiene la cornamenta muy desarrollada formando el típico casco en los machos y es de color oscuro, casi negro. El selvático, en cambio, es de color castaño, más ligero y con la cornamenta pequeña. Hay zonas donde los caracteres son intermedios y hay búfalos negros mucho más gráciles que los típicos de la variedad cafre.

Comportamiento, en función del hábitat. También diferencia a las dos subespecies. El selvático forma grupos pequeños, de menos de 20 ejemplares, más adecuados para moverse entre la espesura sin perder el contacto. Los grupos de cafres son más numerosos y, además, se suelen juntar varios rebaños formando grandes manadas de centenares de individuos.

Se alimentan de hierba. Fundamentalmente herbívoros, les gusta especialmente las típicas plantas pantanosas de orillas de río y lagunas. Los ejemplares más viejos apenas se separan del agua.

El club de los solteros. Es muy propio de los grandes bóvidos. Los machos se separan de las manadas y hacen grupos aparte. Los más viejos se aislan aún más y solo coinciden con sus vecinos en su diario deambular hasta el agua. Se saben defender de sus enemigos con ardor y eso les ha dado fama entre los cazadores.

Las hembras dirigen los rebaños, que están formados por ellas con sus crías y algunos machos jóvenes. Cuando les ataca un depredador no hacen las formaciones defensivas características de otros grandes bóvidos. Las hembras tienen más tendencia a la huida, junto a sus becerros, mientras que los machos son más propensos al enfrentamiento. Entre ellos se dan casos de defensa cooperativa y ayuda para expulsar a los depredadores del territorio, incluso atacan a los leones.

Los leones pueden cazar al búfalo gracias a su organización, tanto para separar a una cría o ejemplar débil del resto de la manada, como para inmovilizarle y darle el mordisco mortal. A diferencia de otros animales, que mueren por un desgarro en el cuello, a los búfalos los tienen que matar por ahogamiento haciendo presa en el hocico mientras que otras leonas atacan los flancos o el lomo.

Los leopardos raramente atacan al búfalo y en todo caso sería a una cría momentáneamente aislada del resto. En cambio las hienas gracias a su constancia y ataque en grupo sí que pueden atacar a las hembras con crías. Son especialmente sensibles al nacer los terneros, pues se sienten atraídas por los olores de la placenta y líquido amniótico.

No pueden pasarse sin su baño. Tanto en el agua como en el barro, los búfalos pueden pasar varias horas en remojo y salir cubiertos de una buena capa de fango. Es el mejor tratamiento para su piel y contra los parásitos. La presencia de agua condiciona sus desplazamientos diarios y el punto de reunión de las manadas.

Variación entre los búfalos. Se han mencionado hasta cinco variedades debido a las diferencia entre sus cornamentas y talla, pero solo dos son válidas: el de selva y el cafre.

jueves, 12 de febrero de 2009

Cocodrilos, más listos de lo que parecen

En estos días, aunque el tiempo nos está dando un respiro y seguro que están pasando cosas interesantes en el campo y aquí, al lado de casa, otras ocupaciones me han tenido alejado de las observaciones y del blog.
Por eso, me he decidido a rescatar algunas viejas historias que tengo en la recámara para estas ocasiones.
Hoy volaré con la imaginación y los recuerdos al Parque Kruger, en Sudáfrica donde pude observar un curioso comportamiento de los cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) en agosto del 2007.
Desde un puente, cerca de los bungalows donde nos alojábamos se podía ver una variada fauna, especialmente de aves, pero también peces y, como no, los cocodrilos.

En esta foto se puede ver a un cocodrilo rodeado de abundantes peces, pero supongo que así serán difíciles de pescar. Sin embargo, varias veces que pasamos por el puente vimos a los cocodrilos en esta curiosa formación...

Muy lentamente los cocodrilos, esos tres al menos, se colocaban en fila con sus cuerpos y cola haciendo una curva y acercándose a la orilla cada vez más. De esta manera iban cercando a los grupos de peces contra las zonas poco profundas.
Hasta que en un determinado momento los tres se alborotaban por completo, lanzaban bocados a los peces y estos saltaban por todos los lados intentando huir...

En ese momento de "zafarrancho de combate", lleno de salpicaduras, coletazos y bocados, las garzas y garcillas, que ya se saben la historia, acuden a toda velocidad y aprovechan el descontrol pescando también lo que pueden, aún acercándose a las peligrosas fauces. Algunos peces llegan a salirse del agua dando coletazos y son fácil presa de unos u otras.

Los cocodrilos tienen comportamientos muy interesantes, especialmente en su reproducción, cuidado de las puestas y de las crías en sus primeros días de vida, pero nunca había visto ni leído nada respecto a este sistema de pesca cooperativa.
Esta especie es la misma que en el Masai Mara caza cebras y ñus cuando cruzan los ríos en sus migraciones o esperan con infinita paciencia, en las charcas que se van secando, a los animales que acuden a beber.

martes, 3 de febrero de 2009

Ganas de primavera

En estos últimos días pocas veces ha salido el sol entre nevada y nevada, pero su efecto en la fauna, especialmente en las aves, ya se ha hecho notar.
Los gorriones ya han cantado entre las arizónicas a la caída de la tarde, cuando se reunen para dormir. Un macho de gorrión, en Madrid, ya mostraba la pechera negra y no solamente el corbatita de invierno. Aquí se les aprecian ya algunas nuevas plumas negras. Esta mañana cinco mirlos andaban a la gresca en el césped del Museo, tres machos y dos hembras.
El olmo del jardín ha abierto sus insignificantes pero numerosas flores, aunque las ramas estén cubiertas de nieve.
Las urracas ya están empezando a hacer sus reclamos. Se posan en la rama más alta de un cedro o árbol parecido y agitan la cola a la vez que emiten un “piiiác”. Dentro de nada empezarán con los vuelos de exhibición dejándose caer, subiendo de nuevo en una especie de “looping” y volviendo a bajar, siempre con las alas bien abiertas. Generalmente otra urraca le seguirá y se posarán en otro árbol próximo con toda clase de graznidos y llamadas “crec, crec, crec, …” , persecución entre los árboles y luego, subida a lo alto y volver a empezar. Quizás entre tanto se meta otra por medio y haya escaramuzas. Las grajillas andan también con arrumacos y afianzando su relación dentro de la bandada que sigue un estricto orden jerárquico. Se suelen unir de por vida, y las nacidas el año pasado buscan su pareja. Pero a veces, como explica Konrad Lorenz en su libro “Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros” una defunción o pérdida de pareja puede provocar cambios en la estructura social del grupo y nuevos emparejamientos.
En la foto, de unos álamos de Alpedrete, en un aparente desorden, se distingue que cada pareja se posa junta. Y mirándolas un buen rato te das cuenta de como expulsan a las que se acercan demasiado, por eso es una algarabía hasta que se organizan y muchas veces es tal el jaleo que vuelven todas a volar para tomar nuevas posiciones.
Y, como ya anuncié, los gatos han empezado sus maullidos nocturnos, persecuciones y broncas.

lunes, 2 de febrero de 2009

Lista comentada: MAMÍFEROS

Es escasa forzosamente la presencia de mamíferos, pero alguno se ve y otros se intuyen. Lamento que algunas fotos sean de animales muertos, pero es lo que encuentro en las raras ocasiones que puedo verlos. No matados por mí, por cierto.

Murciélago enano, Pipistrellus pipistrellus.
Viven bajo las tejas y se les ve salir por las noches, aparte del rastro negruzco que dejan en alero en las zonas por donde entran y salen. En una ocasión apareció uno en la pared al lado de la puerta de entrada y por eso puedo confirmar la especie. Desde 2019 habitan, aunque no permanentemente, en una caja nido que construí para ellos. 

Topo europeo, Talpa europaea.
De cuando en cuando en la parcela aparecen los montones de tierra removidos por estos insectívoros. Nunca lo he visto.

Erizo, Erinaceus europaeus. No lo he visto en directo, pero varias veces nos han dejado sus “cagarrutas” de regalo. Una vez fue justo en el escalón de la puerta de casa y otra en la terraza. Entonces aprovechó para comerse más de 30 avispas muertas que habían caído de una grieta donde habíamos fumigado porque había un nido justo en la puerta de paso. Para mi tranquilidad (y la vuestra) un químico especialista me aseguró que el insecticida no era tóxico para el insectívoro.

Musaraña, (No pongo nombre científico porque no puedo asegurar la especie).
No puedo asegurar la especie, porque no recogí los huesos, pero un ejemplar apareció muerto en un gran cajón donde tenía unas tortugas de Florida hibernando.

Ardilla común, Sciurus vulgaris.
No se ve mucho por casa, supongo que porque no tengo pinos maduros, pero las nueces y las avellanas desaparecen antes de que las vea madurar. Sí se ve en la calle y pasando por encima de la valla. Así fue durante unos años, luego han desaparecido por completo. Creo que ha ocurrido así en muchos otros sitios, durante unos años hubo una expansión y luego han desaparecido o se han hecho más raras.

Rata, Rattus rattus.
Un par de ejemplares aparecieron muertos en el jardín. Tienen la coloración marrón claro y barriga blancuzca, propia de animales de campo. Eran unos animales hermosos que no me importa ver de vez en cuando... mientras no entren en casa. Una tuvo el descaro de anidar en la perrera, justo bajo la cama de la mastina, Bola, que está sobre una plataforma de madera para aislarla del suelo. No tienen nada que ver con las ratas grises (Rattus norvegicus), que habitan las cloacas y son transmisoras de enfermedades. La de la foto está muy estresada, pues la cogí con una trampa para capturas en vivo y la trasladé lejos de la urbanización. La foto es del momento de la suelta.

Ratón de campo, Apodemus sylvaticus.
Me ha pasado lo mismo que con las ratas. Utilizo una trampa para capturarlos vivos y los suelto bien lejos de las viviendas para que no sean envenenados o caigan en un cepo. El de la foto apareció muerto en el jardín. Intenté hacer un seguimiento del trabajo de los descomponedores, pero debió llevárselo una urraca. Espero que no fuese muerto por veneno. 

Topillo, (No pongo nombre científico porque no puedo asegurar la especie).
Lo he visto pasar rápidamente por los pasillos que se ven al levantar alguna piedra y en el fondo del jardín se ve con frecuencia el suelo levantado que delata por donde han hecho el túnel. El de la foto apareció muerto en el jardín delante de la puerta de casa. Lo llevé al museo.




No incluyo aquí a mis perras, ni los gatos del vecindario, ni tan siquiera a las vacas que un buen día nos invadieron el jardín cuando aún no teníamos la puerta montada. Ni a nosotros, los representantes del orden de los primates, la especie invasora.